domingo, 23 de noviembre de 2008

25 DE NOVIEMBRE, DIA CONTRA LA VIOLENCIA MACHISTA


FRENTE A LA VIOLENCIA MACHISTA, JUSTICIA 100 x 100

En la sociedad en la que vivimos, las mujeres sufren violencia diariamente y aun hoy en día existe una violencia estructural contra las mujeres, incluso con la pretendida “igualdad” que “disfrutamos” mujeres y hombres y a la realidad me remito, existe una media de 70 mujeres al año que sufren la violencia machista y siendo su expresión más feroz, aunque no la única, es la muerte.

¡Cuestionar el patriarcado es una responsabilidad de todos y todas!

La ley orgánica 1/2004 de 28 de noviembre, de Medidas de Protección Integral contra la Violencia de Género.
Pretendía acabar con la violencia contra las mujeres, aunque desde un planteamiento proteccionista y asistencialista.
Después de estos años podemos afirmar que pocas cosas han cambiado. En lo general, el hecho de que la mujer haya ganado espacio en el ámbito público no ha resquebrajado el modelo: sociedad heteronormativa y nuclifamiliar jerárquica, con una estructura económica capitalista que otorga valor sólo a la esfera pública; mientras ésta se halla sustentada por la función doméstica y el trabajo de cuidados que siguen llevando a término las mujeres.
Veo y creo necesaria una crítica a la situación que continúan viviendo las mujeres, provocada por la desigualdad y la discriminación estructural por motivos de género.
Desde aquí creo conveniente, enunciar y denunciar las principales dificultades con la que se encuentran las mujeres que solicitan protección frente a las agresiones machistas en el ámbito familiar.
Grandes diferencias a nivel geográfico.
Ya que la aplicación del apoyo social recogido por la ley como un derecho depende en gran medida de las administraciones locales, provocando grandes diferencias a nivel geográfico. Supeditados a las decisiones políticas del territorio, existen autonomías dónde los recursos son más bien escasos, faltando una homologación real en los servicios de atención tal y como establece la ley.
Dificultad de ejercer los derechos laborales.
Recogidos en la Ley 1/2004, en su capítulo 2. Es decir, los cambios de horarios, cambios de centro de trabajo, las ausencias y las faltas de puntualidad justificadas, etc. por causa de la precariedad laboral de las afectadas (empleos precarios, medias jornadas, economía sumergida) siendo la consecuencia más frecuente el despido.
Ayudas económicas de auténtica miseria.
Las destinadas a las mujeres que sufren violencia y no consiguen trabajar remuneradamente. La Renta Activa de Inserción y Ayuda al pago único, aplicable en el primer caso es de 407 euros, año 2008. Y cuando hablamos de las segundas los requisitos para su cobro son muy restrictivos.
Respecto a las Casas de Acogida.
Desvirtuándose en demasiadas ocasiones el papel que deben desempeñar.
Repercusión de la violencia patriarcal al resto de la familia.
No sólo a las mujeres, siendo especialmente vulnerables las y los menores, sin contar con una protección efectiva frente a la situación que viven.
Incumplimiento de la disposición respecto a implantar la asignatura obligatoria “Educación para la igualdad y contra la violencia de género”. No sólo no se ha creado, sino que no se destina ni un solo euro en la educación igualitaria, una educación que promueva la autonomía de las mujeres en el plano personal, laboral y económico, buscando la distribución de roles, públicos y privados.
La realidad, por tanto, nos muestra que la labor legislativa, con ser importante, no es suficiente para resolver los problemas que nos acosan. Siguen siendo habituales las situaciones que afectan a mujeres que han sufrido violencia en el ámbito doméstico, encontrándose desprotegidas y sin recursos, a pesar de las responsabilidades familiares que tienen que afrontar.
Para vosotras, las mujeres que día a día, habláis y lucháis por erradicar la violencia contra las mujeres, supondría la deconstrucción de todo un imaginario simbólico que conforma la realidad desigual en la que vivimos.
Esta tarea corresponde a todos y todas las personas que pertenecemos a la sociedad. No podemos pensar en delegar toda la responsabilidad y las atribuciones en un Estado patriarcal y capitalista.
Desde aquí os digo que tenéis que ser mujeres libres, fuertes, autónomas que usen todas sus capacidades para defenderse, reivindicando la autodefensa feminista. Y, por otro lado, hay que exigirle al Estado que no solo que asuma los discursos de los movimientos feministas, sino que asuma sus contenidos. Y que lo haga con los suficientes recursos y seriedad. Solamente de esta manera se podrá decir sin mentir, que se está actuando en la protección y prevención de la violencia machista.


¡¡ Frente a la violencia machista, Justicia 100 x 100!!

5 comentarios:

Anónimo dijo...

El tío que maltrata a una mujer simplemente por ser la mas débil en fuerza, ha ese habría que cortarle las pelotas y dejarlo desangrarse poco a poco y el que consiguiera sobrevivir ya no maltrataría a ninguna mujer mas.

Anónimo dijo...

Con dos ovarios, Maribel, estoy con tigo, por que eso es cobardía machista.

Kiko dijo...

Maribel y José,
Que decir que me suscribo ha vuestras palabras y es verdad es cobardía, como digo en mis post, justicia 100 x 100, completa sin reducciones.
Salud.

Unknown dijo...

Hay algo más dulce, mas amble, mas bonito, con más cariño, que una madre, pues una madre es una mujer, si respetamos a la mujer respetamos al ser que nos dio la vida, la mujer.

Kiko dijo...

José,
Que razón tienes, el maltrata a una mujer es que no quiere ni a su madre, un saludo.